En un paso histórico para la cooperación energética en la región, los gobiernos de Paraguay y Argentina firmaron un nuevo acuerdo sobre la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), con el objetivo principal de reducir los costos de generación y distribución de electricidad.
El convenio fue firmado en Buenos Aires por representantes de ambos países, destacando la voluntad de fortalecer los vínculos energéticos a través de medidas que favorezcan tanto a los consumidores paraguayos como argentinos.
Qué implica este acuerdo?
El acuerdo establece una nueva modalidad de liquidación de energía que permitirá a Paraguay vender el excedente eléctrico a mejores precios, mientras Argentina optimiza sus compras sin depender tanto de combustibles fósiles.
Este entendimiento también abre la posibilidad de revisar de forma más ágil los montos por cesión de energía, un tema históricamente sensible entre las partes. Además, se establecen parámetros de transparencia y eficiencia administrativa en la gestión de la EBY.
Reacciones y expectativas
Desde el sector industrial paraguayo celebraron la noticia, señalando que la baja en el costo de la energía podría impulsar la competitividad de las empresas nacionales. Asimismo, se espera que las tarifas residenciales puedan mantenerse estables, o incluso disminuir, si se implementan las reformas prometidas.
Funcionarios argentinos, por su parte, valoraron la predisposición de Paraguay a trabajar en conjunto para estabilizar la matriz energética regional, especialmente en un contexto de crisis climática y aumento de la demanda eléctrica.
¿Qué es la EBY y por qué es clave?
La Entidad Binacional Yacyretá es un organismo compartido entre Paraguay y Argentina encargado de la operación de la represa hidroeléctrica del mismo nombre, ubicada sobre el río Paraná. Desde su inicio ha sido un eje fundamental para la generación de energía limpia en el Cono Sur.
Este acuerdo representa no solo una mejora económica, sino también una señal de madurez política entre dos países históricamente vinculados por intereses comunes. La esperanza de los ciudadanos paraguayos es clara: que este tratado se traduzca en una energía más barata, más accesible y más justa.