En Paraguay, el dólar ya no es solo moneda extranjera. Es un termómetro del caos que se cocina a fuego lento. Con el tipo de cambio superando los G. 8.000, y el Banco Central actuando como bombero sin agua, el guaraní agoniza. El BCP ha anunciado —por segunda vez— que arrojará 15 millones de dólares diarios al mercado, como quien lanza un balde de agua a un incendio forestal. ¿Sirve? No. ¿Se ve que hacen algo? Sí. Bienvenidos a una nueva edición de #SátiraAngiru que comience el show!
Un país con un “economista” al volante
Mientras tanto, nuestro presidente —el economista Santiago Peña— observa todo desde su oficina climatizada. El mismo que alguna vez presidió el BCP, ahora ve cómo se derrumba el castillo de naipes que ayudó a construir. ¿No era que todo estaba controlado? ¿Que la economía era fuerte? Hoy, la calle habla distinto. Y el dólar también.
La inflación oficial: esa fantasía hermosa
Según el BCP, la inflación está “controlada”. En la práctica, el mercado lo desmiente: productos básicos suben, el salario no alcanza, y las cuentas no cierran. Nos dicen que la inflación es del 3 al 4%, pero el changuito del súper grita otra historia. El pueblo siente una presión que no figura en las estadísticas. ¿Subestiman las cifras o simplemente mienten? No lo sabemos, pero lo sospechamos.
Una función pública hipertrofiada
Tenemos más funcionarios que soluciones. Una estructura estatal obesa, ineficiente y sobrepoblada. Ministerios fantasmas, contratos dorados y una burocracia que consume gran parte del presupuesto nacional. Mientras tanto, los hospitales sin insumos, las escuelas sin pupitres, y el campesino sin apoyo. ¿Dónde está el dinero? Buena pregunta.
Sobrecostos: el deporte nacional
En Paraguay no se construye nada sin que sobre algo: sobreprecio, sobrecomisión, sobrecosto. Cada obra pública viene con su “plus”, su “ajuste”, su “mordida”. El contribuyente lo paga, el político lo festeja. Y así, seguimos profundizando el pozo económico en el que estamos metidos.
El BCP: héroe de cartón
El Banco Central ha intervenido dos veces en menos de seis meses, vendiendo millones de dólares para “estabilizar” el mercado. Pero cada venta es solo una pausa en la caída. Como darle paracetamol a un paciente en coma. No atacan la raíz, solo maquillan los síntomas.
¿Y el futuro? PEJEJOKOKE CHE SOCIO….
Con un guaraní que se devalúa, precios que no paran de subir, y una clase política que parece vivir en otro país, nos acercamos peligrosamente al abismo. ¿Estamos a las puertas de una crisis tipo argentina? Si seguimos este camino, es más que probable. Salarios estancados, deuda creciente y fuga de confianza: el combo está servido.
¿Qué puede hacer la gente? Informarse y no tragarse el relato oficial.
- Ahorrar en activos reales o en monedas duras.
- Evitar endeudarse en dólares.
- Exigir rendición de cuentas a los políticos.
- Apoyar medios independientes y alternativos.