Un “turista” demasiado sospechoso
Las autoridades paraguayas confirmaron la detención de Hernán Bermúdez, exjefe de seguridad pública del estado mexicano de Tabasco. No cayó en una serie de Netflix, sino en la vida real: estaba prófugo y, según las investigaciones, intentaba montar una red criminal en Paraguay con supuestos vínculos al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Bermúdez no llegó precisamente a disfrutar del tereré ni del chipa guasu. Lo atraparon tras una serie de movimientos sospechosos, en los que una simple tarjeta de crédito encendió las alarmas y permitió seguir su rastro.
Del poder político al radar policial
En México, Bermúdez era conocido como una figura con peso en temas de seguridad en Tabasco. Ahora, la fama le viene por otro lado: su presunta conexión con una de las organizaciones criminales más poderosas de América Latina.
La hipótesis de los investigadores es que buscaba reclutar gente y abrir operaciones en Paraguay, aprovechando la ubicación estratégica del país en la región. Algo así como intentar abrir una sucursal del crimen.
La caída: detalles dignos de película
Según medios internacionales, su detención se dio gracias a la combinación de tres pistas clave:
- Una tarjeta de crédito usada en el momento menos oportuno.
- Un sobrino demasiado confiado.
- Una luz encendida en una casa donde debía reinar el silencio.
Así fue como la Policía pudo localizarlo y dar por terminada su “aventura paraguaya”.
Lo que se viene
Ahora, Bermúdez enfrenta un proceso que podría incluir extradición y nuevas investigaciones tanto en México como en Paraguay. El caso ya desató debate sobre cómo el crimen organizado busca instalarse en territorios estratégicos de Sudamérica.
Y mientras tanto, en la opinión pública paraguaya queda flotando la pregunta: ¿cómo alguien con ese historial logró llegar tan lejos antes de ser descubierto?

