El presidente de la República, Santiago Peña, se refirió este 29 de marzo a las recientes manifestaciones ciudadanas, destacando su carácter pacífico y el “civismo ejemplar” mostrado por los participantes. Según sus declaraciones, el gobierno “escucha las demandas genuinas de la ciudadanía” y trabaja para dar respuestas.
Un país que se moviliza
En las últimas semanas, distintos sectores —estudiantes, campesinos, trabajadores y colectivos sociales— han salido a las calles para exigir mayor transparencia, mejoras en salud, educación, y respuestas frente al encarecimiento de la vida. Las marchas han sido mayoritariamente pacíficas, pero no por eso menos contundentes.
¿Escuchar es actuar?
Si bien el discurso del presidente suena conciliador, en muchos sectores hay desconfianza. Organizaciones sociales aseguran que “escuchar no es suficiente” y que hasta ahora no han visto cambios concretos. “El gobierno aplaude el civismo, pero seguimos sin medicamentos, sin recursos y con funcionarios fantasmas en el Estado”, afirmó una vocera sindical.
¿Un intento de calmar aguas?
Algunos analistas interpretan las palabras de Peña como una estrategia para contener el malestar creciente. En redes sociales, muchos usuarios cuestionaron si realmente se están atendiendo las demandas o si el discurso presidencial es simplemente una forma de maquillar la tensión social.